Estoy hojeando una publicación reciente, coordinada por Josep Maria Duart, sobre los usos de Internet en la Universidad. Se trata de la investigación Universitat i Societat Xarxa en la que se analiza ampliamente el estado de la cuestión (por daros un resumen rápido, deciros que se trata de una macroencuesta (2.093 profesores y 23.864 alumnos de universidades catalanas) en la que se concluye que :

-los datos muestran la existencia de un nuevo riesgo de fractura de oportunidades que se relaciona mas con la intensidad y el tipo de uso de la red, y por tanto del aprovechamiento máximo de las oportunidades que da la red, que con las características de la divisoria digital clásica. Este hecho lleva a plantearse la necesidad de ofrecer una formación más en profundidad a los usuarios para igualar las oportunidades.

-se da una contradicción entre la buena opinión y valoración de la comunidad universitaria en el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de Internet y el escaso uso transformador que tiene en las aulas.

• en relación al rendimiento académico del alumnado la relación es dual… se observa tanto un efecto negativo como uno de positivo, según el uso de Internet que se haga. Es negativo siempre que se haga un uso extra-académico o cuando el alumnado lo utiliza, de manera autónoma, como substitutivo de otras actividades académicas con la idea de conseguir completar su formacion con un menor grado de dificultad. Es positivo siempre que se utilice como complemento para ampliar su aprendizaje o siempre que este integrado de una manera planificada (por la institución o el profesorado) y con unos objetivos didácticos claros.
• Es quizás por este motivo anterior que Javier Nó Sanchez recientemente reivindique en el articulo Comunicación y construcción del conocimiento en el nuevo espacio tecnológico, la gestión estratégica (foros, chats, blogs, wikis, redes sociales, etc.) en los procesos formativos.Pero del estudio anterior, lo que realmente me ha llamado la atención ha sido la tipologia de usuario de Internet de los alumnos y el uso de la red para trabajo cooperativo. La distribución entre pasivos, participativos y creativos no se adecua a la regla general del 1-10-90 que comentábamos en el post anterior. Soy de la opinión que como punto de partida para incentivar la participación activa on-line de comunidades de profesionales, si bien hemos de partir de una cierta cautela y realismo, el margen de crecimiento y de implicación puede ser elevado.