Cómo rebelarse en la empresa sin perder el puesto de trabajo (1)

Lo que implica la innovaciónTranquilos, no me he pasado -aun ;)-  al 15 M.  Ni me vuelto un activista radical. El título del post hace referencia a este libro que estoy leyendo. Me explico. Hace unos días y sensibilizado por este magnífico post La desobediencia inteligente como motor de la innovación… de Andrés Ortega, en una de mis visitas periódicas a la Red de Bibliotecas de Barcelona (tengo tres de ellas a menos de diez minutos de casa) me encontré con el libro que comento  y lo conecté con la tesis de Ander: el desafió y la rebelión inteligente es el motor de cambio en las organizaciones. Inmediatamente quedé atrapado en su lectura.

Pero, ¡lo que son las cosas!,   su lectura me evocó los inicios de la  experiencia Compartim.
Éramos conscientes (gracias Sergio Vasquez) que cuando uno inicia algo nuevo se están introduciendo elementos en un espacio que hasta ese momento estaba ocupado por otros . No es del todo verdad- por lo menos en la Administración Pública  -donde todo esta reglado-,  que haya campos nuevos y vírgenes donde no vayas a encontrar obstáculos. Siempre los territorios están ocupados con mayor o menor intensidad. (Recuerdo haber oído decir a Carles Ramio que toda innovación en su esencia entraña disrupción y ruptura. Y esto hay que gestionarlo. Si quieres que  lo que propongas sea viable y sostenible tienes que lidiar con obstáculos. Sergio Vásquez lo resumía con esta frase: cualquier proyecto innovador es la conquista de un territorio poseído por otros. Así de claro. (Si os interesa el tema de táctica y estrategia aquí podéis bajaros la presentación completa.

Pues bien, y volviendo al tema de la entrada y del libro, os dejo dos reflexiones previas y 10 ideas para el combate (entrada siguiente).

Las reflexiones previas:

1- En la acción está el peligro y el merito. En el terreno de las palabras y de las ideas todos somos magníficos; pero lo que de verdad importa -como tantas veces se ha dicho- es pasar a la acción. Y pasar a la acción supone generar resistencias. Y la resistencia, por definición, implica que has de salir de tu zona de confort. O sea, mentalízate que habrá días muy malos antes de que veas cualquier avance o reconocimiento.

2- Leer bien la jugada. Para tener éxito- y eso es lo primero que nos diría nuestro entrenador, si lo tuviéramos;), es que tienes que leer bien la jugada. Quiere esto decir que no sólo te tienes que fiar de tu inteligencia, sino que hacen falta más ingredientes. Algunos de ellos son estos:
Apoyos. Tiene que ver con la colaboración que generas y con la red en la que te mueves. De forma aislada (francotirador) es mas difícil, entre varios es mejor.
Conocimiento. Es importante un buen conocimiento del sector en que te desenvuelves. Cuanto mas experto seas en el tema que propones cambios, mas probable es que acaben siendo aceptadas tus propuestas.
Entusiasmo y motivación. Que es lo mismo que contar con una buena capacidad de resiliencia.
Y , finalmente, lo que yo llamo el factor x. Se puede explicar con aquellas palabras de los años setenta: que te guste la marcha. Si eres una persona que te desagrada profundamente la ambigüedad y no te sientes bien si no estas arropado por tu jefe…lo siento, pero no te va la marcha. Si no tienes un poco de rebeldía dentro (como dice Andres) no te vas a sentir con ganas de empujar en los momentos duros.

7 comentarios

  1. Está muy bien lo que sugieres y me gusta la conexión de ideas que tan bien nos sirves en este post [genial la frase de Sergio Vásquez]. También me atrae la evocación de vuestros inicios y toda la carga de autoevaluación y aprendizaje que comporta y que parece que vas distribuyendo en pequeñas dosis en los últimos posts.

    Relaciono lo que comentas con el concepto de INprendedor que se está desplegando con mucha fuerza por parte de algunos profesionales del sector público ¿puede ser?

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    • Hola Manel, ahora para nosotros, pasados unos años es más facil mantenernos. Esa frase de Sergio Vasques tenia una doble intencion: animarnos y tambien, ayudarnos a entender la organizacion. Los buenos consultores sabeis cuando teneis que emplear las dosis justas para avanzar;). Y si, cada vez hay mas iniciativas de intraemprendizaje. Contribuye mucho el crear una atmosfera favorable de apoyo externo (el interno te lo has de buscar tu) como el manifiesto que mencionas.

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    • Manel, estoy de acuerdo contigo. La evocación al intraemprendimiento en las aapp es muy directa. Pero creo que aquí es donde se encuentra el gran error que se está cometiendo en este momento entre quienes nos dedicamos a esto de la función pública.
      A todo inconformista, luchador atrevido, que quiere plantear nuevos escenarios en la ap se le denomina intraemprendedor, cuando bajo mi punto de vista, no lo es.
      Confundimos rebeldía con (intra)emprendimiento. Y son conceptos completamente distintos.

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  2. Hola Jesús, buena entrada ésta.

    Leerla me ha llevado a pensar en un proyecto muy innovador sobre gestión del conocimiento que estamos impulsando, ideado y liderado por uno de mis mejores colaboradores. Va tan lanzado que cuando, desde mi posición institucional, le pido que me aclare o explique alguna de las partes del proyecto, me espeta un «Prefiero tener que pedirte perdón, a pedir permiso»…. Me encanta la reacción, pues estoy convencido de que tiene muchos ingredientes para el éxito; ni que decir tiene que le he dado todo mi apoyo de forma incondicional…. Todo será que quien acabe pidiendo perdón sea yo, jajajaja

    Gracias por el post. Un abrazo!!

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  3. Jose Antonio, yo creo que el tiempo nos hace mas sabios. Hay gerentes y directivos que con la experiencia se sienten mas inclinados a apoyar a su gente y apostar por rehacer e impuslar cosas nuevas. Es una buena alianza: gente con expereincia hibridadno a genes con ganas que quiera probar y explorar. Creo que es una buena combinacion. Sobre todo si el jefe paga la factura;).

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  4. Pues estoy de acuerdo con que para transitar por caminos desconocidos siempre es necesario un componente importante de rebeldía.
    Lo que ocurre es que la rebeldía, como concepto, enfrenta dos situaciones: a) la que sufres o soportas y contra la que te rebelas, y b) la que quieres obtener al final del esfuerzo, es decir, por la que luchas.
    Y como todos sabemos, no siempre el esfuerzo, el desgaste asociado y la incertidumbre que nos generamos en estas situaciones de rebeldía se ven recompensados con un final feliz.
    No obstante, a mí me gusta plantear la rebeldía no como instrumento para conseguir el objetivo establecido, sino como finalidad en sí misma. La rebeldía como forma de ser, de plantear escenarios futuros, de comportarse,…
    La rebeldía como sinónimo de inconformismo.

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