Ahora que se acerca el año nuevo, quizás sea conveniente plantearnos, también, si los innovadores confían su actividad futura -de innovación- a los deseos que se piden al renovar el año. En cualquier caso , y para no depender de este recurso ;), nos apetece reflexionar sobre ello y, al final del post, ofrecer varias pautas, que en nuestro caso, están siendo útiles.
Lo cierto es que en organizaciones cómo son las Administraciones Públicas, sin un sistema de gestión de la innovación -o del conocimiento- , la dependencia -como veíamos en la entrada anterior- de la(s) persona(s) con un gen especial innovador, es total. Éste gen ( o ADN) lo podemos operativizar de muchas formas. Por ejemplo, como energía, entusiasmo, persistencia, trabajo duro, iniciativa, y, como no…en la pasión. Ésta, entendida como la energía que permite salvar barreras y otorgar el poder necesario para alcanzar objetivos, saltar obstáculos, conseguir recursos e implicar a los otros.
Pero todo esto, cómo podéis imaginar, es muy cansado y consume recursos. Con lo cual, mantener las energías y las ilusiones intactas, y no dejarse llevar a la zona de confort, puede ser muy complicado. ¿Que hacer? Los consejos que yo creo que pueden funcionar pueden ser estos:
– Automatismos. Como en otros tantos temas de la vida -gimnasio, dieta, etc- si quieres instaurar un nuevo hábito necesitas entre 14 y 21 días de práctica. Una vez conseguido este automatismo, déjate llevar. Aquí igual: instaura el habito de hacer/revisar lo que haces bajo este prisma. El esfuerzo será menor si te rodeas de espacios, personas y rutinas que sistematicen el trabajo en el que has elegido aportar nuevo valor.
– Ecosistema. Relacionado con el anterior. Consiste en rodearte de aquello que te facilite lo que quieres conseguir. Viene a ser como si fuésemos psicólogos ambientales: habilita zonas comunes de intercambio con otros, dótate de espacios en los que tengas que producir ideas/prototipos. Rodeate, para hacerlo, de personas y equipos en sintonía, etc.
– Búscate competidores: sean reales o ficticios. También, como en otros aspectos de la vida, contribuyen a estimularte y obligarte a un plus de esfuerzo que, de lo contrario, no lo harías.
– Followers. Ayudan y mucho. El hecho de no querer defraudar a aquellas personas que confían en ti, también puede ser un estímulo importante para proseguir.
– Compromisos. Si te autogeneras obligaciones y compromisos, te estás autoimponiendo la necesidad de no quedar mal. Su limite: pasarte de la raya y generarte estrés innecesario.
– No olvidar el problema. Si la innovacion es la respuesta…¿cual era el problema? Si pasa esto, la pasión no puede durar mucho. No estar permanentemente programados para detectar el gap entre lo que hacemos y como podemos mejorarlo, ofreciendo una respuesta mejor, no tiene mucho sentido en inovación.