Pocas veces se tiene la oportunidad de pasar una mañana entre Youtubers y Edutubers . Si te explican, además, la cocina de su trabajo, puede ser una experiencia magnífica.
Y, en raras ocasiones, puedes contrastar las prácticas tradicionales de la formación y el aprendizaje, con los nuevos prescriptores. En la Administración pública tenemos un segmento de usuarios, que podríamos llamar cautivos; en cambio, el ámbito de los nuevos medios -Youtube sobre todo-, o te ganas la atención cada día, o no sobrevives.
Hace un par de semanas ya recogía las cifras de formación y aprendizaje a los que llegaban los edutubers. Solo Carlos Ríos, en Instagram, llega a un millón y medio. Javier Santaolalla, hace 3 días, superó el millón de seguidores, en un canal dedicado a la física, y JJ Priego, en sus canales de historia, ciencia y márquetin, a 350.000.
Un millon para Javier Santaolalla
Y lo realmente desasosegante para los medios tradicionales, es que el público de los nuevos comunicadores no se restringe solo a millennials y centennials . Una vez consolidados, dan el salto a públicos tradicionales. Carlos Ríos, por ejemplo, acaba de publicar un libro sobre alimentación en Paidos, que se ha situado número uno en ventas (en categorías absolutas). A JJ Priego le piden poner sus vídeos colegios de todo el mundo (de idioma castellano); y Javier Santaolalla , se ha convertido en el nuevo referente para profes y alumnos por sus magníficas explicaciones sobre una disciplina tan ardua, como es la física
Ahora, ya pasados unos días desde el evento, puede ser un ejercicio interesante reflexionar sobre lo que pasó y tratar de transferir lo aprendido a la comunidad de formación. Lo agruparé en cinco categorías
- Abrirnos al exterior.
Antes de una semana tuvimos que cerrar las inscripciones. Habíamos llegado a más de 300 asistentes confirmados. Fue una de las jornadas más masivas y que más atracción ha suscitado a lo largo de este año. El perfil de los asistentes, en su gran mayoría, era diferente a lo que es habitual en un centro de formación en la Administración pública. La sensación de que convivían, de forma sinérgica, dos mundos bastante alejados fue muy clara . Por ejemplo, en mi caso, en las últimas tres semanas el gran motivo de conversación con mi hija (24), ha sido la presencia de Carlos Ríos. Las oportunidades de transferir conocimiento de este tema concreto, (y de otros, ya de paso;), ha sido una muy buena experiencia.
- Transferencia de conocimiento por vías más poderosas.
Creo que fue la aportación principal de la jornada. Entender cómo se conecta con un público masivo con elementos de base como la física, la biomedicina, la historia, etc, para un público muy joven, algo nos debe enseñar a los profesionales de la formación. Nuestras cifras, en la producción que vídeo que subimos a Internet, son muy modestas. No nos preocupamos, en exceso, de su posicionamiento; y una vez repositadas, nos despreocupamos. Como se mencionó en la jornada, la mejor fórmula es una combinación de marketing de contenidos (buenos contenidos) y de cuidado del producto final. A partir de aquí la reflexión es sencilla: comprobar su acogida y aprender de las visualizaciones: si tiene éxito repite la fórmula y sino , descarta y prueba de otra manera.
- Mitos y realidades sobre los youtubers y edutubers.
Fue muy ilustrativo la manera que tuvieron de presentar su trabajo. Ellos son los primeros que denuncia una cierta villanización de su figura como influencers , tratando de presentarlos como protagonistas poco serios y residuales en el ámbito de la formación. Con un componente, en ocasiones, despectivo. La realidad es bien diferente. Son, como ellos dijeron, los nuevos divulgadores.
- Supervivientes.
Son, al final, profesionales autónomos que viven de su trabajo y que tratan de monetizar lo que hacen en un ámbito altamente desprotegido. Para poder llegar a tener audiencia tienen que trabajar de forma muy disciplinada y, en muchas ocasiones, solitaria. Además, su campo es totalmente dependiente de los algoritmos que son altamente cambiantes por parte Google. Esto los hace tener que estar siempre pendientes de entender las lógicas que subyacen que, al final, tienen que ver con la maximización del beneficio de la publicidad para la empresa (Google).
- Al servicio de la autonomía de los aprendizajes.
Si algo nos quedó claro es que los usuarios de YouTube tienen su propia agenda de aprendizaje. Y cuando llega el momento buscan aquello que más les puede ayudar. Con lo cual, nos reafirmamos en que el aprendizaje sucede cuando el alumno lo necesita. Y los Youtubers lo saben. Como muchos de ellos comentan, los vídeos -muy elaborados algunos de ellos-, que en un momento determinado tienen poca audiencia, pasado el tiempo, cuando alguna nueva variable aparece (actualidad, noticia, suceso) lo vuelve a poner de moda y se disparan las visitas.
- Minimalismo en la parte tecnológica.
Ninguno de los youtubers que nos acompañó provenía del ámbito tecnológico. Se han ido especializando de forma autodidacta y no han necesitado grandes laboratorios de montaje para hacer la edición de sus vídeos. Queda demostrado que, para transferir este tipo de conocimiento, en el caso de los centros de formación, no se necesita de un gran equipamiento y lo puedo hacer cualquier persona con la motivación necesaria.
A continuación recojo algunas imágenes que han aparecido en Twitter que resumen lo que pasó en la jornada. Y aquí, en YouTube, tenéis el vídeo completo.