¿Pueden los dinamizadores de comunidades de práctica reproducirse?

Expertos en RegalSí, sí, ya sé que es un título, de entrada, bastante provocador. Pero, a veces, el titulo hace el post, y no al revés;).(Aquí una muestra).

Me explico. El título de esta entrada se inspira en una conversación  reciente con Manel Muntada. Llevamos algún tiempo trabajando en el taller para la puesta a punto de una nueva figura de dinamización de aprendizajes informales en el puesto de trabajo. Estamos reflexionando (grupo de la foto) sobre si esta nueva figura, a la que de forma rápida -y quizás poco reflexionada- bautizamos como  REGAL (en catalán significa Regalo), debería ser un modelo evolucionado del e-moderador/dinamizador; o, más bien, debería ser completamente autónoma.

Hay razones para defender las dos posturas. Una, muy clara, apuesta por vincularla al e-moderador. De hecho, Regal significa Rol del E-moderador como Gestor de Aprendizajes en el Lugar de trabajo.  Y vendría a ser la    evolución que han seguido estas figuras, cuando han podido sobrevivir en estos entornos públicos tan  ásperos. Observamos que después de varios años de dinamización de comunidades, los ambientes en los que se desarrollan y sobreviven,  tienen  una característica en común: son organizaciones que valoran el aprendizaje (y a las personas) y son, en definitiva, como diría Senge, organizaciones que aprenden.

En cambio, la otra postura también tiene su justificación. No tendría porqué ser la evolución de un  e-moderador para tener sentido propio. De hecho, encontramos entornos laborales donde se da  gran presencia de elementos de aprendizaje (fluido, relacional, compartido, etc.) en los que no se encuentran aun dinamizadores. Por tanto, su identificación con un dinamizador no existente podría -como nos han dicho algunos- desincentivar su adopción.

En cualquier caso, prescindiendo de nominalismos, la parte sustantiva es la importante: estamos convencidos de que estas nuevas figuras, que de forma intencional movilizan  y dinamizan el conocimiento interno, pueden ser útiles en esta nueva época. El ingrediente activo que aportan  puede ser el catalizador en la evolución del modelo formativo corporativo. Y, lo mas importante: estas figuras pueden ser todos en la organización.

El nombre definitivo de la nueva figura, su sentido y la metodología que proponemos, la vamos a discutir   en una jornada abierta el próximo 25 de noviembre. Invitados quedáis. Avisamos de  la inscripción (habrá streaming)

5 comentarios

  1. El gran problema es si hay manera de «replicar» a la cultura de «las organizaciones que aprenden»; porque la abrumadora mayoría de organizaciones, de todo tipo y perfil, están dispuestas a aprender hasta a «hacer bien» (a tiempo y con el menor coste posible) lo que deben hacer y para lo que fueron creadas.

    Llegado a ese «punto de equilibrio» entre ingresos y sobrevivencia se despreocupan por seguir aprendiendo; al menos, hasta que el futuro a corto plazo luzca infranqueable.

    Aquí es cuando algunos pocos miembros de «la organización» perciben que «si seguimos por aquí, nos caemos del mapa», pueden surgir, esperanzadamente, «dinamizadores» capaces de sensibilizar la generación de CoP que serán eficaces en la medida que:

    a) sean permeables e interactúen con su medio socio-productivo (incluyendo otras organizaciones de su sector),

    b) sean capaces de autogestionarse sin la dependencia de ningún gestor y funcionar sin ningún «dinamizador» estable (que coordine el que más sabe sobre el tema que toque tratar), y

    c) «la organización» tolere que algunos de sus miembros «intercambien» sus problemas en una CoP, que no depende de su «gerencia», con otros miembros de otras organizaciones…

    Gracias por este post, Jesús, que «dinamiza» un tema crítico en un momento tan oportuno para revitalizarlo.

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    • Gracias Mario, por comentar y por tus sabias palabras.Señalas los elementos críticos que nos debemos lidiar para mejorar aquello que ya sabemos que ahora no es la solución: hacer mas de lo mismo. Son mas la dudas que las certezas cuando planteamos nuevos escenarios con nuevos actores. Cada organización ha de buscar su propio camino en la excelencia de sus profesionales, y no se puede trasladar mimeticamente lo que funciona en una a a otra. Pero si usar ingredientes similares. Si sabemos que individualemte somo mejores cuando conectamos, compartimos y manejamos bien la información., ¿puede ser útil – y viable- replicar esas figuras a nivel organizativo?

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