
Por primera vez en la historia, podríamos decir, que la formación permanente y la de actualización profesional, nos la podemos servir solos, sin necesidad de un departamento de formación o la tutela de recursos humanos. Esto ya es así, y muchas organizaciones (sobretodo empresas en el sector privado) dejan este tipo de formación en la esfera de la propia responsabilidad del empleado.
Pero, aunque esto anterior sea un hecho, ¡ lo que son las cosas!, al lado de estas formas de aprendizaje, la organización responsable, no puede suplir otras formas de aprendizaje, que siempre han estado y no puede dejar de proveer -si no es a condición de que sus empleados se conviertan en freelancer o personas autónomas, que vienen puntualmente a colaborar y no alcanzan ningún sentido de pertenencia con la organización.
Nos estamos refiriendo a la formación inicial, por supuesto, pero también a la estratégica. En particular a aquella que procura dar sentido de pertenencia y vinculo a los profesionales. También, como no, a la formación por competencias, tan exigente y que si se hace bien, señala aquellos aspectos de mejora de los profesionales y se compromete, después, en proveer los contenidos adecuados para alcanzar el nivel de excelencia exigido. Y, para acabar esta lista, estaría también otra de las modalidades que con el impulso de las tecnologías y de los aplicativos sociales, va ganando influencia.Nos referimos a diversas modalidades de lo que se conoce por acción/formación. Son aquellas dirigidas a profesionales seniors, con más experiencia, y que se vertebran través de diversas fórmulas: comunidad de práctica, grupos de trabajo ad hoc, grupos de mejora, grupos de innovación, etc. En ellas, los propios profesionales se implican en la resolución de problemas organizativos y de producción, y ofrecen de forma colaborativa soluciones e innovación.
En este sentido, la pregunta inicial ya se puede contestar: no, no puede suplir el aprendizaje informal a otras metodologías de formación. Pero, tampoco es su objetivo.
Otra cosa diferente es tratarlos como una gran fuente de aprendizaje que ,por la extensión de las que gozan, están llegando -por así decirlo- a su edad de oro. Somos de la opinión de que merecen tener aún un desarrollo más extendido y programado.
Pues bien, en esto hemos estado trabajando en el CEJFE en los los últimos meses y presentaremos el próximo día 25 de noviembre en una Jornada específica.
Los que podáis asistir vais a tener la oportunidad de encontraros con lo que, creemos, puede ser una innovación sustantiva en este campo del aprendizaje. Por un lado presentaremos un manual donde se contextualiza el aprendizaje informal en esta nueva época y, por otro, una guía metodológica para reconocerlos y fortalecerlos. El conjunto de los productos, tenemos la convicción, vendrán a oxigenar y a dar más capacidad a aquellas personas que son nodos de este tipo de aprendizajes. Inscripciones abiertas aquí.
(Entrada originalmente publicada en el blog Gestió del Coneixement del Departament de Justicia)
Hola Jesús, buenos días, desde mi experiencia personal comparto lo que dices, hay que potenciar la habilidad de aprender; permitir que los funcionarios accedan a ese universo inabarcable de publicaciones, presentaciones, vídeos, discusiones en foros, wikis, infografías…., y recursos en cualquier formato y aprendan cuándo y cómo quieran.
Yo soy uno más, de los muchos que se están convirtiendo en aprendices informales profesionales.
Supongo que este nuevo escenario «informal» que va a más, se tendrá que conjugar con lo «formal» que va a menos, es decir, la horas de formación para acceder un nivel de complemento de destino.
Otro saludo.
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Hola Guillermo, soy de tu misma opinión y es mi caso. Lo formal va bien y ha de hacerse cuando toca. Lo que pasa es que cunado lo necesitas, en la mayorria de ocasiones no encuntras ese curso a medida (al que iríamos encantados).¿Que queda? Lo que tu haces y yo… y tantos…Abrirte a esa ingente cantidad de recursos abiertos en Internet, y mejorar cada dia en la eficiencia para sacarles partido. Eso es lo que nos hace, a esta altura de carrera profesional, mejorar y progresar. ¡Es lo que hay!
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