Lo confieso, me fascina estudiar todo lo relacionado con los intentos de poner en marcha CoPs que no prosperan. Soy de la opinión que es ahí donde más se aprende. En el taller 2 de la Jornada del día 4/12 hubo una novedad que no había aparecido en sesiones previas. La responsabilidad del e-moderador como conector. Tuvimos la suerte de contar con grandes e-moderadores que se interrogaron sobre ello.
La intervención inicial de Jose Nuñez, primer e-moderador de la CoPs Psicòlegs enmarca el debate (cito textualmente)
¿Qué ha pasado para que en un colectivo con un campo de trabajo tan extenso y rico como el de la psicología en el ámbito penitenciario no hayan prosperado ? Son muchas y variadas las posibles explicaciones, y éstas pueden fluctuar desde la responsabilidad personal de los moderadores encargados de conducir la comunidad, hasta la responsabilidad colectiva de los profesionales participantes y no participantes, o incluso la ingenuidad bondadosa intrínseca al propio concepto de comunidad de prácticas aplicada en el contexto de la administración pública.
Pues bien, ahora sin ánimo de analizar todo lo que se dijo (en breve codificaremos los contenidos del taller y haremos una publicación) me detengo en algo que llamó inmediatamente la atención al público asistente. Señalando la responsabilidad del e-moderador, Jose Nuñez se preguntaba si, quizás, les había faltado algo tipo rollo testigo de Jehová para captar mas entusiastas :¿ir despacho por despacho, abordando, a la gente para convencerlos?.
La pregunta no es banal. Dice mucho del compromiso del que la plantea (en este caso, recuerdo tanto a Jose Nuñez, como a JM, su substituto, como excelentes e-moderadores, que no ahorraron nunca esfuerzos en su trabajo) y es lógico llegar, en ese nivel de exigencia, a plantearse acciones tan agresivas como la captación puerta a puerta.
El debate que se generó llevo las cosas a su sitio. Sandra Sanz, que generosamente nos acompañó como experta, inmediatamente apuntó: si el tema/problema que trata la CoP no es tan potente como para aglutinar de inmediato a una masa critica de entusiastas que haga de motor, no vale la pena seguir intentándolo Con una puntualización, Sandra -añado yo- , a veces hay que ayudar desde la cocina a acelerar el proceso. Y en eso estamos, anunciamos próximo evento sobre ingredientes aceleradores en losprocesos de constitución y mantenimiento de CoPs. Será como una réplica a este nivel de autoexigencia tan elevada que mantenemos con nosotros mismos. Quizás en la primavera. Abriremos la participación a todo tipo de comunidades de práctica.
Yo también asistí al taller sobre les comunidades que no han tenido éxito (todos-as lo hemos pensado en algún momento sobre las nuestras aunque aún estén en activo) y también me quedé con esa frase de José Nuñez y su dura autocrítica.
Pienso que ante el aparente fracaso deberíamos hacer el ejercicio de distinguir entre lo que es participación (concreta y mesurable) y lo que es motivación, mucho más sutil e intangible. La falta de paz social de la que también se habló en el taller puede condicionar la falta de participación, aunque la motivación continúe existiendo. Quizás digamos que una comunidad fracasa porque no ha conseguido la participación de sus miembros y, por tanto, no se ha cumplido el objetivo de llegar a un producto de conocimiento, pero la inquietud que ha generado, las ideas que ha transmitido durante su sigladura y que pueden ser aplicadas en un futuro, no siempre son fáciles de valorar, pero existen, estoy segura.
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