Hoy hace 2 años que se disparó todo. Se inició el confinamiento y saltamos, en formación y aprendizaje de la barrera de lo posible a lo real.

Los centros de formación adaptamos en muy poco tiempo la programación tradicional presencial a formación síncrona.
Los profesionales, por su parte, descubrieron las enormes ventajas que suponían los Webinars. Determinadas acciones formativas (algunas ya poco populares) multiplicaron por 10 su atractivo de inscripción.
Además, pasados unos meses, y la recuperación progresiva de la presencialidad, aparecieron los formatos híbridos. Un pack muy eficiente que satisfacían multiples necesidades.
Pero, nos quedamos (aparentemente) ahí.
Pero, ¡no!
Sirva esta larga introducción para aludir a una novedad que ha venido a mejorar lo que ya hacíamos.
Lo comentaba con Olga Herrera el pasado miércoles, al acabar un evento al que fui invitado.
Desconozco si fue Olga, o el propio Òscar Dalmau -o alguno de los numerosos expertos que asistieron al evento- los padres o madres de la idea; pero, creo, estamos ante una propuesta de formato que, por su simplicidad, puede ser tendencia. Y no inventa nada nuevo.
Se trata de innovación por hibridación. La combinación de la metodología híbrida y de la clase invertida.

La ventaja más importante que anoto es que todo ocurre de forma mucho más fluida, más equilibrada y más participativa.
Quizás sea un poco injusto con el evento al solo destacar la metodología y no fijarme tanto en los contenidos (en otro post me referiré).
Cuento, de forma muy sucinta cómo se estableció el formato.
- Te envían a tu correo aquello que debes leer y llevarlo preparado.
- Te citan de forma presencial a debatir el documento.
- A su vez, varios grupos distribuidos por toda la geografía ( seis ciudades de dos continentes , también de forma presencial debaten los contenidos. Incluye facilitadores entrenados para ello.
- A través de múltiples conexiones con las sedes se socializan las conclusiones. (Se eligen portavoces para ello).
Añado, para completar el formato, tal y como comentaba con Olga Herrero, que podría mejorarse, si posteriormente a la puesta en común de las diferentes sedes se abre un nuevo turno de debate (presencial primero y sincrono despues, para refinar las conclusiones uniendo las perspectivas de todos los grupos.
A partir de aquí, en un ejercicio de curación asíncrono, los facilitadores deben redactar un documento síntesis para ser enviado a cada uno de los participantes y volver a convocarlos en una sesión plenaria final.
Me consta que en estos momentos se está procediendo a la revisión de las conclusiones de todos los grupos con el objetivo de unificarlo en un único documento.
En cualquier caso, vuelvo a destacar que es una metodología que tiene futuro si la adoptamos como una opción normal en las organizaciones conformadas por multiplicidad de personas y en territorios dispersos
Ahora que gracias a Amalio Rey las conexiones (diseñadas) pueden conformar inteligencia colectiva, creo que en el ámbito de la formación y el aprendizaje este tipo de formatos -ya bien probados – pueden contribuir a que de forma rápida se pueda tener una visión poliédrica de diferentes aspectos en muy poco tiempo.

Mascarilla gigante. Expo: La mascara nunca engaña. CCCB
Jesús, totalmente de acuerdo con lo que escribes: o nos adaptamos o nos vamos; el formato hibrido ya está aquí con todas sus variantes y la persona que no lo entienda mejor que no pertenezca al departamento de formación
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