Entre jornadas de buenas practicas (cinco en 15 días), sacamos tiempo y hacemos un seminario donde reunimos a los e-moderadores de comunidades de práctica que no han continuado. Fijaos que empleo la palabra no continuar y no hablo de fracaso como pudiera ser mas intuitivo. Esta distinción me la hizo ver Rosa Lizandra cuando protestó por el titulo de la convocatoria de la reunión: Aprendiendo de los errores (que dicho sea de paso, será una de los próximos Seminaris Compartim que estamos preparando para febrero de 2012). Le di la razón. Y para ello me apoyé en la metáfora de Wenger (abajo) sobre el amor romántico y las CoPs: las CoPs son historias de amor: se empieza con una serie escarceos que dan pié a un profunda pasión, la cual, con el tiempo, entra en una fase de placida madurez y después decae (puede venir acompañada de mucho aburrimiento).
Pues bien, en ese contexto, y haciendo de maestro de ceremonias Joaquim Carbonell -nuevo colaborador del programa y profe junto a Javier M. Aldanondo de este recomendable curso que organiza AEFOL, el próximo 17 de junio en BCN –nos reunimos Paco Molinero, Nuria Vives y yo mismo junto a seis antiguos e-moderadores. Durante mas de tres horas, en un debate abierto, intentamos ponernos de acuerdo en las causas que están detrás de ese fenómeno, (aparentemente sencillo, pero que no lo es), que es el desistimiento en el proceso de trabajo cuando este esta aun en una fase de pasión y con largo recorrido. La pregunta que se haría Wenger – volviendo a la metáfora-, seria: ¿Por qué falla el amor en pareja jóvenes y enamoradas? Lo entenderíamos, por poner un ejemplo, en parejas que se ha precipitado y se comprometen, casi, sin haber convivido un tiempo (en el programa Compartim, siempre insistimos mucho en preparar bien todo lo relacionado con el compromiso (mirad estas pautas).
Volviendo a las razones, aquí enumero algunas de ellas (nos van a servir para iniciar recorridos de trabajo nuevos):
– Estrés y autopresión demasiado elevadas. Si, compañeros, y se ha de decir, nuestro enfoque de la Cops incluye una rápida acomodación para producir conocimiento nuevo. En algunos casos, llevados de la pasión, somos poco realistas e iniciamos dinámicas de interacción y de trabajo extra no sostenibles en el tiempo. En pocos meses se puede agotar la pasión. Una velocidad demasiado excesiva es contraproducente. Y esto es lo que nos hizo ver magistralmente Jose Ñunez (¡como te echamos de menos!).
–Ecología de trabajo colaborativo no natural. Rosa Lizandra enumeró lo que a su juicio, fueron decisiones erróneas, al inicio del programa, que contribuyeron a desincentivar el trabajo de su colectivo laboral. Apostar, de entrada, por prescribir unas determinadas herramientas de trabajó colaborativo, no sabiendo ver lo que se intuía de desacuerdo en el colectivo, fue lo que contribuyó decisivamente a que no se usaran. La secuencia trascurrió de esta manera: acabaron el trabajo comprometido, usaron las herramientas prescritas y luego lo dejaron (continua en el pots siguiente)
Muy interesante la idea que sugieres sobre la modulación necesaria de los ritmos (estrés) de ese proceso más o menos exitoso de constitución de un ‘nosotros’, del establecimiento del sentido de comunidad. Hay que tener en cuenta que el punto de partida en las CoPs suele ser un ‘amor compartido’ (una práctica de una profesión con la que los miembros se identifican intensamente) que reclama una relación de exclusividad con la práctica amada. Amar colaborativamente no es tarea pequeña…
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