Entre evento y evento estamos (sin mencionar otras cosas que también implican tiempo). Pues como digo, esta pausa puede ser un buen momento para reflexionar sobre estos formatos de formación.
La verdad es que hace tiempo -más de cinco años- que los mantenemos, y de tanto en tanto (siguiendo a F. Ponti), me pregunto si estarán agotados (saturación de propuestas, gran demanda de atencion en horas, etc)
Por los comentarios de los asistentes (bloc gestio coneixement , blog Francesca Cañas), parece que no. Yo también lo creo. Con las condiciones adecuadas estas Jornadas continúan siendo ingredientes formativos que no pueden faltar en un buen menú de aprendizaje. A mi juicio estas son condiciones que han de estar presentes para no defraudar:
– Ponentes excelentes: para que la Jornada sea excelente lo han de ser también ser los ponentes (en el caso último estuvieron a un gran nivel todos: Fabian Martin, Fran Ponti, Agustí Brañas, Dolors Reig, Anna Cabañas, Eduardo Manchon y Marc Cercós.
– Quimica:la Jornada mejora si se da (lo que podríamos llamar) quimica entre los ponentes. La pareja que abria (Fabian y Franc) se complementaban entre si, y la intervención de uno y otro dialogaban; también ocurrió lo mismo con Marc Cercòs y Eduardo Manchon. Además la química se acaba contagiando al público (fotos)
– Storytelling: Si hay relato y vivencia el público lo agradece (casi todas la presentaciones o bien no utilizaron ppts o bien tuvieron una presencia marginal en ellas.
– Talleres: la parte practica no se perdona. El contrapunto de los talleres, a mitad de la Jornada, fue un gran elemento dinamizador.
– Coorganizacion: cuanto mas abierto y participativo sea el diseño y la organización mejor. En este caso y gracias a Agustí Brañas, que actuó de coordinador externo, pudimos completar una buen nomina de expertos, imposible sin su participación.