Cuando de repente todo se hace viejo: lecciones aprendidas para después de la pandemia

Hace un par de días publicaba el número 27 de Curación para la Comunidad Formación del INAP Social (en abierto, aquí). Decía que en la semana que había transcurrido entre 26 y el 27 parecía que hubiese pasado una década.

En las agendas (también en Formación), estamos asistiendo a movimientos de reubicación, recomposición, reestructuración, etc,  de todos los elementos que se han dislocado  en unos pocos días. En  aprendizaje (y en  el trabajo en general) hasta ayer  parecía que había barreras infranqueables que hacían muy lenta la transformación. En pocos días todo ha cambiado.

Todo será distinto

Por ejemplo, la barrera status quo (la preferida de la economía conductual y Khaneman) que por ser más invisible es más dañina, ha desaparecido en unas horas. No vamos a volver igual. Después de este confinamiento (ahora sabemos que como mínimo será de un mes, siendo optimistas) muchas cosas esenciales han cambiado.

En este post intentaré hacer un resumen del seguimiento que hemos hecho en estas dos semanas como curadores de la Comunidad Formación ( Carmen Seisdedos y Diana Prieto) que, creo , pueden permitirnos avanzar ya algunos aprendizajes.

1- Volveremos en una mejor versión organizacional ( y personal).

Quiero ser optimista y empiezo por un primer punto de optimismo. Me hago   eco de las palabras de Rafael Argullol, que tan a cuento nos trae Marcelo Lasagna y es que después de una hecatombe podemos elevarnos a posiciones mejores. Aprender y adaptarnos a las nuevas situaciones está en nuestra constitución ( y ser conscientes de que esto no es pasajero ( Castells, Innerarity...).   
Lasagna,Castells,Innerarity

2Reordenar prioridades.

El mantenimiento de las agendas tradicionales, con los elementos que valorábamos como prioritarios, también se han venido abajo. En mi caso -y poniéndome como ejemplo-, miro mi agenda y estoy seguro de que todo lo que había apuntado ahora ya ocupa una posición muy secundaria.

Y en aprendizaje, igual. Esta es (era) mi lista (fotografía), de lecturas pendientes. Ahora las veo y me parecen innecesarias por obsoletas.  

Replanteando lecturas ( en papel)

3- Confianza absoluta en las personas (para el trabajo y para el aprendizaje).

En una semana de confinamiento hemos comprobado como -y creo que es generalizable a gran parte de la AAPP- todos aquellos profesionales de la que estaban -por decirlo con estas palabras- en el back office, no en el primer frente de emergencia-, cuando han tenido oportunidad de teletrabajar han estado alineados desde el primer minuto.  Un primer día de inseguridad, para los no expertos o nuevos, ha bastado para que alcanzasen cotas de efectividad elevadas.

El meme viral de @moastudiomadrid

4- La necesidad como primer motor para el aprendizaje.

Todas las programaciones que habíamos hecho (por ejemplo, la introducción  de forma progresiva y pautada de habilidades digitales en grandes franjas de profesionales de la Administración pública) , la realidad nos ha mostrado que quedan desfasadas. Hemos tenido la oportunidad de comprobar como en muy poco espacio de tiempo, en colaboración y con ayuda de compañeros y de expertos,  puede darse el salto en el uso eficiente  de la tecnología que nos permite teletrabajar y aprender en remoto.

Llevados por la equivocada necesidad de tutela de los aprendices,  a veces actuamos con  excesiva protección y  recortamos la autonomía de los aprendices. Lo que sabíamos: se aprende cuando se necesita y no cuando el profesor quiere.  Y si esto no sirve para replantearnos, de una vez por todas, el valor que hasta ahora hemos dado a catálogos de formación, no habremos aprendido nada.

Y lo mismo podemos decir de la certificación. Ya había, afortunadamente, movimientos para eliminarla, pero este tsunami coronaviral, va a contribuir a su descrédito final.    

5- Aceleración en el recambio de metodologías de aprendizaje.

Quién nos lo iba a decir que  herramientas tan actuales hasta la semana pasada cómo era Moodle, por ejemplo,  ahora ya nos parecen ( un poco) secundarias. Sí hemos llegado a ese punto de percepción con estas  herramientas online,  ¡que no podremos decir de las tradicionales! Esta semana ha servido para poner en evidencia la potencia de los webinars y de las  interacciones en directo. Una combinación adecuada de asincronía (vía Moodle u otras plataformas) y una conexión directa a través de webinars (o reuniones en línea) va a ser una combinación poderosa. Y de una vez por todas las flippers classroom, combinadas con sesiones en directo (decantadas al debate y a la compartición)  van resultar la fórmula  ganadora.

Y esto nos lleva también a la necesidad de (re) pensar los gestores documentales. Hasta ahora en muy pocas organizaciones los hay disponibles para filtrar, seleccionar y clasificar los recursos que vamos acumulando.  Tampoco han pasado el examen real de su uso cuando el profesional los necesita.

No nos engañemos, lo que ocurre ahora (y generalizo) es que tenemos grandes repositorios, muy poco visitados. Esta situación no justifica todo el esfuerzo que hacemos para, por ejemplo, grabar tantas sesiones ( y eventos) y subirlas a nuestros canales ( YouTube, en la mayoría).

Esta crisis, por tanto, nos hará reflexionar sobre lo   prioritario a la hora de establecer estas prácticas de difusión. Y, seguramente, integrar ámbitos de gestión del conocimiento que ahora están descoordinados.

La conexión de los profesionales a través de dinámicas y espacios diseñados, la creación de conocimiento, a través de comunidades de práctica/grupos de trabajo; la transferencia de éste a través de sesiones de Buenas Prácticas y la puesta a disposición de este conocimiento para la organización.  

El circuito (simplificado) de la gestión del conocimiento organizacional (Elaboración propia)

6- Canales de confianza y personalización de fuentes.

No me equivoco si digo que los canales más usados en estos días están siendo WhatsApp y Telegram. Son entornos de confianza y todo aquello que nos llega ya viene filtrado por esta red de kilómetro cero.  Y también, creo, la hacemos extensivo a canales como LinkedIn y Twitter. Al final, a las personas que seguimos en estos canales, se convierten en nuestra referencia (y de forma automática vía algoritmo) se nos filtra lo relevante (pero siempre atentos a descubrir fuentes nuevas😉).  En mi caso, lo hago via Feedly donde voy agregando las fuentes que me permiten diversificar y estar al día.

Creo que este será el primer entorno de aprendizaje para muchos profesionales. Va a prevalecer sobre todo lo demás.

Un circuito de como funciona podría ser éste: empieza por la autonomía del aprendiz, sigue en la gestión del  flujo personal de información, continua con  la creación posterior de un entorno personal de aprendizaje, se le une colaboración a través del  entorno relacional cercano de confianza ;  y todo eso convertirlo en aprendizaje personal y, si lo compartimos, en organizacional.

7- Simplificación radical de los procesos burocráticos de gestión.

Esta misma mañana Xavier Marcet se refería a ello en los entornos de trabajo organizacional. Podemos aplicarlo también a la gestión del aprendizaje. Ha estado capturada por procesos burocráticos de los que no nos hemos podido/sabido  desprender.  Tras esta crisis quedan -por utilizar estas palabras-, desnudos. Es la hora de anticiparse y desprogramar tanta capa burocrática que nos atrapa y nos impide pensar.
La columna de Marcet en La Vanguardia dominical

3 comentarios

  1. Querido Jesús alabo tu inquietud intelectual y la apertura y cuestionamiento permanente. Ciertamente transitamos por tiempos apasionantes y preocupantes al mismo tiempo. De lo viejo como tú indicas nos debemos ir despidiendo, aunque lo esencial, lo que funciona se mantendrá, y de lo nuevo apenas sabemos nada. Nos encontramos en un punto del camino de que ya no sabemos cómo regresar, las migas de pan han desaparecido, y desconocemos la salida del horizonte. En caso de convulsión lo recomendable es ir ligero de equipaje, proveerse de lo imprescindible y abrirse a la aventura de la experimentación y el riesgo. Para posicionarse ante el futuro, yo utilizo la metáfora del surfero, mi hijo es surfero, y por cierto la cuarentena le ha cogido en Tahití, y esa posición de estar por encima de las olas, los acontecimientos, le brinda una posición excepcional para otear lo que viene, manteniendo un equilibrio dinámico, y aceptando que acabaremos en la orilla, pero en los momentos que estamos arriba, experimentamos una visión superior de lo que está por venir. Te lo digo, porque lo importante es tu actitud, abierto y flexible al cambio, más que los métodos o medios que ahora utilices, aceptando que lo que nos propone son ideas bastante razonables. Porque lo importante, no son los medios actuales que cambiaran rápidos, sino las personas como tú que se atreven a surfear el mar embravecido para ver más allá. Un fuerte abrazo,

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