Habíamos visto la entrada anterior que, contrariamente, a lo que nos dice el sentido común, se podía alcanzar éxito profesional manteniendo un estilo de interacción basado en la generosidad, la compartición y la conducta altruista. A. Grant los llama donantes y los diferencia de los receptores -que los presenta como egoístas e interesados-; y de los equilibradores, que sólo se mueven si se da reciprocidad en la relación.
No diremos, como afirma el autor, que éxito es un lugar sólo para uno de estos tres tipos. Conocemos triunfadores en las tres variantes de interacción. Pero, en cualquier caso, nos interesa repasar las estrategias concretas que ponen en marcha los llamados donantes para situarlos arriba del todo, y no caer en el otro tipo de donantes -el autor los llama bobalicones– de los que todos se aprovechan.
Este cuadro nos ayudará a entender mejor el planteamiento del autor.
Como ya podemos adivinar, la combinación ganadora consiste en ser donante inteligente (otristas). El altruismo inteligente ya ha sido descrito en muchos estudios anteriores como el más adaptativo en el proceso evolutivo: el tipo de donante que acaba sobreviviendo es el que se preocupa por los demás pero, también, por sí mismo. Los donantes de éxito son tan ambiciosos como los receptores y lo equilibradoras y practican un juego equilibrado que tiene en cuenta todo el contexto actual y el futuro. El altruismo primario – hacer todo siempre por los demás y no mirar por uno-, a la larga, no es útil (acaban quemados y frustrados) .
Las estrategias que utilizan los donantes altruistas inteligentes son estas:
1– Una manera determinada de entender y practicar el networking. Afirma el autor que los receptores poseen un gran número de personas en sus redes. Este afán de conseguir a toda costa engrosar el número de seguidores se basa -primariamente- en razones de auto promoción. Creen que el efecto volumen les va a dar valor añadido. Los equilibradores tendrían círculos más reducidos: están los que cuentan para dar y recibir. En cambio, los donantes , en ese estilo genuino de pensar en los demás, llegan a tener, también, considerable número de personas en sus entornos. ¿Cuáles son las ventajas de los donantes en relación al resto? El efecto de lo que al autor llama los vínculos durmientes y los vínculos débiles. Estas contactos -mas lejanos- van a trabajar para ti, en un momento determinado, si te has ganado prestigio como persona desinteresada (genuinamente) y te interesas por el beneficio de los otros. El efecto dominó hará todo lo demás. No será nunca el caso para los receptores y equilibradores.
2- Las dinámicas de colaboración.
Los receptores entienden que no necesitan la ayuda de los otros; y si la necesitan es a cambio de anularlos y aprovecharse de su potencial. En cambio, los donantes entienden que deben aliarse, colaborar y establecer dinámicas de reconocimiento mutuo que aportan visibilidad y ganancia a todos: dinámicas win-win. Hacer más grande el pastel es , a la larga, más potente y genera más beneficio. En términos de psicología social, los donantes no caen tanto en el sesgo de responsabilidad : son capaces de reconocer el error y admitir el punto de vista del otro como forma de relación normal. Tampoco en la brecha de perspectiva: al ser más empáticos valoran mejor el punto de vista del otro, con lo cual generan más confianza.
3- Saber reconocer y apoyar el talento de los otros.
Los donantes, al tener un punto de vista más positivo sobre los otros, son mejores evaluadores del potencial de las personas. Su papel como coach y líderes, en los nuevos entornos de colaboración, es más efectivo. Para ellos, el éxito se predice más por la motivación que por el talento. En la evaluación de los otros ponen en marcha estrategias de apoyo mucho más tempranas.
4- Ser discreto e influir en los demás.
El tipo de influencia que ejercen los donantes se basa más en el prestigio que en el dominio o poder. Los receptores y equilibradores establecen dominio sobre los demás desde el poder y la autoridad. Los donantes se cuidan más de trabajar para ganar prestigio. Practican, lo que el autor llama, comunicación sin fuerza: los comunicadores sin fuerza suelen hablar y comunicarse expresando múltiples dudas y pidiendo consejos a los demás. Hablan de un modo que indica vulnerabilidad, revelando sus debilidades y haciendo reconocimiento explícito del apoyo de los demás.
En fin, hasta aquí esta breve resumen de las tesis del autor. Personalmente, encuentro evocadora la propuesta, y está muy en la línea de la aceptación actual de lideres si los percibimos como iguales y, sobretodo, preocupadas por iincrementar el valor colectivo. También, adicionalmente, en entornos colaborativos nos permite evaluar mejor las personas y predecir la evolución de estas experiencias organizativas.
Gracias por el post. Muy interesante.
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Gracias por leer, a ti.
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Muy interesante y en la línea de lo que acabo de actualizar sobre negociación y resolución de conflictos. Ciertamente, sin embargo, considero un arte el aprender a no abdicar a las aspiraciones personales en función de satisfacer las colectivas (y viceversa).
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Esa es la ecuacion. Combinar la satisfacción legitima de nuestras necesidades personales con las de los otros. Al final, va a ser un arte como dices;). O nos pasamos o no llegamos.
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Enhorabuena Jesús, muy interesante el tema. La pregunta recurrente ¿por qué cuesta tanto trabajo que las personas compartan su conocimiento? necesita análisis más profundos que los que habitualmente se hacen. Ojala que tenga continuidad
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Hola Javier,tu que llevas tantos años en esto seguro que tienes mejores intuiciones que nosotros. Tienes razón en una cosa:ahora nos damos cuenta que hay pocos estudios que se fijen en este aspecto. Y, como sabes, es una de las bases de la gestión del conocimiento. Tendremos oportunidad de seguir hablando de esto en el futuro.
Un abrazo
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